Debes saber que en la actualidad no existe ningún tratamiento que ponga freno a la caída del cabello de forma inmediata en ningún paciente con alopecia y que de forma habitual, no empezarás a notar los efectos beneficiosos del tratamiento a partir de los 3-4 meses de haberlo iniciado.
El efecto shedding, que suele aparecer entre la 2a y 6a semana después de iniciar un tratamiento capilar, consiste en la percepción del paciente, que una vez iniciado este, de que tiene menos pelo que al inicio del tratamiento. En muchas ocasiones el paciente abandonará el tratamiento por este motivo y nuestra labor, será convencerle de que continue, sabiendo que a partir del 3er-4o mes empezará la mejoría proporcionada por el tratamiento capilar.
La palabra, de forma literal, proviene del verbo “to shed” que en inglés significa desprenderse. Es por lo tanto, el desprendimiento del cabello, pero NO es la pérdida del folículo. Únicamente es la transición del folículo de la fase de crecimiento a la fase de reposo, creciendo nuevamente a los 3-4 meses.
El efecto shedding es bastante común entre los pacientes que deciden iniciar un tratamiento, y suele ocurrir con los tratamientos más habituales para frenar la caída de cabello en la alopecia androgenética, como el Minoxidil o la Finasterida.
Podemos incluso llegar a afirmar que el shedding nos indica que el tratamiento funciona correctamente y dará lugar a un cabello de mejores características que el anterior, y que aunque, empezará a crecer a partir de los 3-4 meses, los resultados del tratamiento capilar no serán realmente apreciables a partir del 8-10 meses.
Como nota importante deciros que si el efecto shedding tiene una duración superior a los 3-4 meses debemos pensar en otras causas que hayan podido provocar esta caída de cabello.