La AGA, también llamada alopecia androgénica o calvice común, se debe a la acción de la hormona masculina 5-α-dihidrotestosterona (5-α-DHT) sobre folículos pilosos predispuestos del cuero cabelludo, provocándoles una miniaturización progresiva hasta su desaparición (6). La pérdida de cabello por la AGA se divide en patrón masculino (MAGA) y en patrón femenino (FAGA). Ambos patrones pueden afectar a hombres y mujeres. En la MAGA, el cabello se pierde de algunas zonas del cuero cabelludo, principalmente región frontal, parietal y el vértex o coronilla. El diagnóstico de la MAGA es clínico y su estadío evolutivo se realiza en base a escalas siendo la más empleada la escala de Hamilton. La FAGA responde a un patrón de distribución difuso con afectación principal de la región parietal, temporal y occipital. El diagnóstico de la FAGA también es clínico y su estadío evolutivo se define en base a escalas, siendo la más empleadas la escala de Savin y la escala de Ludwig.
Las principales opciones médicas de tratamiento contra la alopecia androgenética son los tratamientos tópicos, los fármacos orales o inyectados, las terapias con luz y la cirugía capilar.
El tratamiento tópico con Minoxidil al 2% y al 5%, aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) como tratamiento farmacológico para la alopecia androgenética (AAG) en hombres y mujeres, es un fármaco útil aunque no siempre se consiguen los resultados deseados, unas veces por ineficacia del fármaco, otras por aparición de efectos secundarios (prurito, descamación, cefalea), otras por falta de constancia, y otras por abandono del tratamiento por pacientes que aquejan engrasamiento y suciedad el cabello tras su aplicación.
Como fármaco oral se dispone de la Finasterida, (y más reciente la Dutasterida), aprobada la Finasterida por la FDA como tratamiento farmacológico para la AGA únicamente para el hombre a dosis de 1 mg diario, y que actúan como inhibidor de la enzima 5-α-reductasa tipo 2 en el caso de la Finasterida, y como inhibidor de la enzima 5-α-reductasa tipo 1 y 2 en el caso de la Dutasterida, bloqueando la conversión de testosterona libre a 5-α-DHT, y en consecuencia, disminuyendo su acción sobre los folículos pilosos. La Finasterida debe tomarse diariamente y el tratamiento debe mantenerse de forma crónica para frenar la caída del cabello. Esta circunstancia provoca que sea un tratamiento rechazado inicialmente o abandonado por un número importante de pacientes. Como alternativa oral para las mujeres existen los antiandrógenos, como la espironolactona y el acetato de ciproterona. No obstante, la interelación con otras hormonas, y los cambios hormonales de la mujer a lo largo de su vida, no permiten pautar unas dosis estandarizadas con un protocolo simple de actuación.
Como medicamentos inyectados existen el plasma rico en plaquetas (PRP) que puede representar un elevado coste económico para el paciente con resultados dispares y dosis estandarizadas por determinar.
En la cirugía capilar se realiza el injerto de pelo con la técnica FUE (Folicular Unit Extraction) o la técnica FUSS (Follicular Unit Strip Surgery). El injerto de pelo, siempre que esté bien indicado, representa una excelente solución a la alopecia androgenética de patrón masculino (MAGA). Sin embargo, en la alopecia androgenética de patrón femenino (FAGA), por su afectación difusa del cabello en cuero cabelludo, el injerto de pelo no presenta el mismo porcentaje de éxito.